Blog de Hannah Sanel
Escribo en las nubes, muros y paredes y he colaborado en El Salto, El Huffpost y en 'El caballo de Nietzsche` de eldiario.es.
En la idea de acabar con las cotorras “prevalece el instinto de caza, la voluntad de hacer de la ciudad un coto”
“Cada tanto, el ignorante de turno saca pecho y se ofrece para masacrar lo que le parezca”, manifiesta Emma Infante, máster en Derecho Animal, sobre el extermino de 12.000 cotorras anunciado por el Ayuntamiento de Madrid.
Los medios están haciéndose eco esta semana del controvertido plan del Ayuntamiento de Madrid para acabar con 12.000 cotorras argentinas. La medida se anuncia tras un tiempo aplicando métodos éticos que resultan insuficientes, a juicio del consistorio, de nuevo color político, planteando como necesario el control radical de esta población de aves por constituir una supuesta amenaza a la biodiversidad, entre otras cuestiones, como su cotorreo o el gran tamaño de sus nidos.
Una polémica decisión contra la que se alzan voces expertas que tachan de erróneo el planteamiento, además de considerar su erradicación ineficaz y subrayar el respeto por las aves como un valor en sí mismo. Entre esas voces críticas se encuentra la de Emma Infante, máster en Derecho Animal y cofundadora de Futur Animal, cuya investigación versó sobre la legitimidad o ilegitimidad de matar animales convivientes, quien no duda en condenar duramente la decisión de erradicarlas. Por contra, aboga por un análisis riguroso del problema, pues solo así, opina, de ser necesario, se debería aplicar un tratamiento integral del mismo para controlar adecuadamente la población de estos animales que prosperaron en jardines de ciudades españolas y de otros países europeos tras ser importados como mascotas en su día.
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Imagen: Nido de cotorras en un árbol del parque de la Ciutadella, en Barcelona. / FERRAN NADEU