El productor de Los Simpsons compra un ex ballenero para ayudar a los activistas contra la caza de ballenas

Hannah Sanel

18 NOVIEMBRE 2013 | Imágenes: Sea Shepherd Conservation Society.- La organización Sea Shepherd Conservation Society acaba de presentar su última adquisición para la campaña anual que cada enero emprenden contra la caza nipona de ballenas en la Antártida. Tras varios meses en secreto, por fin sabemos de qué se trata: un nuevo barco comprado al mismo gobierno japonés y financiado por el productor de Los Simpsons, el SSS Sam Simon, llamado así en honor a su benefactor.

Lógicamente, la compra del ex ballenero para este fin ha tenido que hacerse buscándose todo tipo de artimañas. Algunos de los subterfugios utilizados fueron cambiarle de nombre dos veces para despistar sobre su función o hacer creer que se iba a usar como barco de recreo, cuando en realidad se buscaba mejorar la flota… del enemigo.


Gracias a este refuerzo, Sea Shepherd cuenta con más recursos que nunca para detener la caza de ballenas de Japón en el Océano Austral. El objetivo de sus cuatro barcos, un helicóptero y de varios aviones teledirigidos no será otro que encontrar a los barcos arponeros, como el Nisshin Maru, con la loable intención de que sus arpones nunca alcancen a las ballenas.

Por primera vez, hay expectativas realistas de poder salvar a las ballenas, es decir, de impedir que muera ni siquiera una sola. Recordemos que durante más de nueve temporadas de caza de ballenas en el hemisferio sur, el grupo se ha enfrentado en una más que notoria desigualdad de condiciones, viviéndose situaciones de gran repercusión mediática entre un David y un Goliat que resultaba frustrante. Sistemáticamente, los barcos de los activistas protagonizaban situaciones violentas que finalizaban con el rápido hundimiento de sus débiles embarcaciones.

Ahora, sin embargo, la historia es muy distinta. En primer lugar, los japoneses van a tirarse de los pelos al saber que Sam Simon fue uno de los suyos. Pero no sólo eso, porque a la potencia y fortaleza propia de todo ballenero, el barco suma una gran velocidad. Tal y como han explicado sus nuevos dueños, los técnicos han mejorado su rapidez o, lo que es lo mismo, se han ocupado de que el Sam Simon sea más veloz que el Nisshin Maru.


Concretamente, tras dar alcance al Nisshin Maru, el papel estelar y decisivo de Sam Simon será “ponerle la proa contra la popa a lo largo de la duración de la campaña, y enviarlos a casa sin ningún tipo de ballenas muertas”, dice su capitán Lockhart MacLean.

Japón caza de ballenas con fines pretendidamente científicos para evadir la prohibición comercial, pero su carne acaba derivándose a circuitos comerciales. Esta práctica ha sido muy criticada, y para 2013 se espera la decisión judicial ante una demanda presentada por Australia contra Japón en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.

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